¿Qué son exactamente los «campos»?
Desde 2003, cuando se publicó la primera edición del mapa de los campos de extranjeros, Migreurop se ha empleado en exponer su definición del término «campo», normalmente entendido como un recinto cerrado, rodeado de muros, alambradas de espino y dispositivos de vigilancia. Vista la diversidad de mecanismos administrativos y medidas técnico-humanitarias destinadas a confinar migrantes, la red invita a «ir más allá de la mera referencia al ‘encierro’, para considerar como campos la totalidad de lugares que sirven para aislar a personas extranjeras, [como son] (…) algunos centros ‘abiertos’ de acogida, tránsito o alojamiento, con una aparente vocación –la de prestar asistencia y abrigo– que apenas consigue esconder el hecho de que sus ocupantes, migrantes y solicitantes de asilo, no tienen por lo general otra opción que la de quedarse en ellos».
Si bien la red siempre ha propuesto una tipología relativamente amplia de la noción de «campo», por el momento solo los centros cerrados se han incorporado a la base de datos de Migreurop, que es la utilizada para la mayoría de los mapas de esta página web. Por «campo cerrado», entendemos el conjunto de centros o lugares en los que la privación de libertad de las personas extranjeras es total, lo que significa que no pueden salir del recinto donde se las recluye, con excepción de las salidas a los tribunales o al hospital, que se llevan a cabo con escolta policial. Por otra parte, a pesar de que la mayoría de estos campos tiene un carácter permanente, también pueden ser empleados de manera temporal. Nos parece importante documentar estos lugares, ya que, por lo general, su utilización no solo es reiterada (p. ej., hoteles requisados de forma permanente por su proximidad a puertos y aeropuertos), sino que además constituye una forma reclusión excepcional y no menos problemática.
Se distinguen dos situaciones de reclusión: 1) la persona desea residir en un determinado país o se encuentra de paso. Permanece encerrada mientras las autoridades locales examinan su caso y se pronuncian sobre su admisión en el territorio o su expulsión; 2) la persona se encuentra en situación «irregular» en un determinado Estado y, por ello, está a la espera de ser expulsada (extranjeros a quienes se ha denegado el asilo o el permiso de residencia). La mayoría de los centros combinan estas dos funciones (trámite de admisión/expulsión).
¿Qué fuentes utilizamos?
Los datos que figuran en nuestra base de datos proceden de diversas fuentes: informes institucionales emitidos por los Ministerios del Interior, la Comisión Europea y agencias internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes (CPT), informes de la sociedad civil (a nivel internacional, regional, nacional y local), investigaciones de campo (entrevistas, visitas, etc.), artículos de prensa, etc.
Sin embargo, la utilización de distintas fuentes para analizar una única variable puede acarrear ciertas complicaciones, especialmente a la hora de alcanzar una coherencia en los cálculos que se realizan a partir de la información recopilada para elaborar los mapas. Para una misma variable (por ejemplo, el número de devoluciones al año en un determinado país), las cifras de la agencia Eurostat pueden diferir de los datos proporcionados por el Ministerio del Interior de ese mismo país o de los facilitados por una asociación.
Dado, pues, que resulta difícil armonizar a la perfección nuestras fuentes, hemos acordado unos criterios mínimos de jerarquización de las fuentes prioritarias para la base de datos.
Para los datos que figuran en las fichas de los campos, las fuentes prioritarias son las que provienen directamente del terreno (actas de asociaciones que intervienen regularmente en los centros, visitas de campo por parte de miembros de Migreurop, parlamentarios u organismos independientes internacionales y nacionales, etc.). Cuando así se requiere, complementamos estos datos con los de fuentes oficiales (Ministerio del Interior, etc.). Utilizamos, además, la información que nos envían los miembros asociativos o particulares de Migreurop y los colaboradores que responden a los cuestionarios.
Respecto a la información que aparece en las fichas de cada país (cifras anuales de personas detenidas, expulsiones, devoluciones, etc.), damos prioridad a la procedente de instituciones europeas (Eurostat, la Comisión Europea, etc.), pues a priori, estos organismos ya han deberían haber realizado la labor de armonización de datos. Cuando no disponemos de ninguna de estas fuentes, empleamos cifras de instituciones nacionales (Ministerio del Interior, etc.).
El objetivo de la base de datos consiste en almacenar datos relativos a los campos cerrados que han existido desde 1980, con independencia de que estuvieran en funcionamiento en 2013 o hayan dejado de ser utilizados por las autoridades. En la página web Closethecamps.org, sin embargo, solo se incluyen los campos cerrados que se encontraban operativos en 2013. Tras contrastar una o varias variables (país, años, etc.), las publicamos en las fichas de los países o mediante documentos de trabajo (gráficos, mapas, etc.).
Asimismo, llevamos un registro de todas las fuentes utilizadas para recopilar información para la base de datos.
A través de los mapas propuestos, Closethecamps ofrece una plataforma de datos y cifras concretos sobre un tema aún poco documentado: los campos de extranjeros en Europa y su entorno. El sitio web se sustenta en una labor de investigación previa a raíz de la cual elaboramos la base de datos. Seleccionar los indicadores más pertinentes nos ha permitido no solo cartografiar el fenómeno, sino también extraer estadísticas y comparar las situaciones que se dan en los distintos campos y países. Pero este trabajo cartográfico y de síntesis impone ciertos límites. La principal ventaja de la base de datos constituye a la vez su defecto: sus dimensiones cuantitativas. Por definición, un trabajo cuantitativo tiende a simplificar la realidad para hacerla más comprensible. Sin embargo, los criterios elegidos no siempre nos permiten construirnos una idea completa de la realidad y de la complejidad de las prácticas que se llevan a cabo en estos lugares, y que a menudo son aleatorias, cambiantes, ambiguas, etc. Por ejemplo, si Médicos del Mundo interviene dos veces a la semana, con un equipo de cinco personas, en un campo con más de mil internos, decir que las ONG que acceden «de forma puntual» a este campo no refleja más que parcialmente la situación real. Por ello en el sitio web incluimos enlaces y referencias a documentos más descriptivos y cualitativos (informes, notas, etc.) que, en la medida de lo posible, dan forma a las situaciones objetivadas en los mapas y gráficos.
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