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En este mapa se muestra la ubicación de los campos (puntos negros). Cuando a dos centros los separan menos de 200 km de distancia, aparecen unidos por una línea blanca. Esta compleja red de líneas y puntos simboliza un dispositivo que ha adquirido un papel central para la Unión Europea en su «lucha contra la inmigración»: el internamiento de personas. Con el dispositivo que aquí representamos como una tela de araña, la frontera de la Unión Europea ya no se dibuja de manera lineal siguiendo los límites del espacio Schengen; ahora esta frontera pasa a ser reticular. Por otra parte, con este mapa vemos cómo la «frontera migratoria» se despliega sobre gran parte del territorio de los países vecinos, cuyas relaciones de fuerza con la UE son asimétricas y a quienes por tanto no les queda otro remedio que el de cumplir el papel de guardia fronteriza.